lunes, 18 de octubre de 2010

BRAHMS: VON EWIGER LIEBE (Del amor eterno)

Este Lied de Brahms es muy diferente de los otros tres que lo acompañan en este apartado, todos ellos de corte sencillo y popular. Aquí nos encontramos con una larga composición de 5 estrofas que presenta una estructura claramente dividida en tres partes: la primera, de carácter intimista, abarca las estrofas 1 y 2; la segunda, apasionada, corresponde a las palabras que el joven protagonista le dirige a su amada, en la estrofa central; la tercera está formada por las dos últimas estrofas, en las que la muchacha responde a su enamorado, y tiene en sí misma un denso desarrollo que va de lo apacible a lo exaltado. Por bella que nos parezca la música, es imposible apreciarla plenamente si no la relacionamos con el texto, del que parece surgir con total espontaneidad.



VON EWIGER LIEBE (Josef Wenzig)

Dunkel, wie dunkel in Wald und in Feld!
Abend schon ist es, nun schweiget die Welt.
Nirgend noch Licht und nirgend noch Rauch,
Ja, und die Lerche sie schweiget nun auch.

Kommt aus dem Dorfe der Bursche heraus,
Gibt das Geleit der Geliebten nach Haus,
Führt sie am Weidengebüsche vorbei,
Redet so viel und so mancherlei:

»Leidest du Schmach und betrübest du dich,
Leidest du Schmach von andern um mich,
Werde die Liebe getrennt so geschwind,
Schnell wie wir früher vereiniget sind.
Scheide mit Regen und scheide mit Wind,
Schnell wie wir früher vereiniget sind.«

Spricht das Mägdelein, Mägdelein spricht:
»Unsere Liebe sie trennet sich nicht!
Fest ist der Stahl und das Eisen gar sehr,
Unsere Liebe ist fester noch mehr.

Eisen und Stahl, man schmiedet sie um,
Unsere Liebe, wer wandelt sie um?
Eisen und Stahl, sie können zergehn,
Unsere Liebe muß ewig bestehn!

DEL AMOR ETERNO

¡Oscuro, qué oscuro en el bosque y el campo!
Es noche ya, ahora guarda silencio el mundo.
En ninguna parte luz aún y en ninguna parte aún humo,
sí, y ahora la alondra guarda también silencio.

Viene de las afueras de la aldea el muchacho,
lleva a la amada hacia casa,
junto a los sauces la conduce,
mucho así le habla y de muchas cosas:

-Si grandes son tus sufrimientos y tus ansias,
si grandes penas padeces por mi causa,
que entonces el amor se quiebre entre nosotros,
y rápidamente de nuevo vuelva a unirnos.
Que en la lluvia y el viento se aleje,
y vuelva a unirnos nuevamente.

Habla entonces la muchacha y dice:
-¡Nuestro amor nunca se romperá!
Si sólido es el acero y duro el hierro,
aún nuestro amor será más fuerte.

Hierro y acero forjarse pueden,
mas nuestro amor, ¿qué pudiera alterarlo?
¡Hierro y acero fundirse pueden,
mas nuestro amor dura eternamente!

(Traducción de Álvaro de la Cruz, levemente modificada)

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