sábado, 17 de febrero de 2024

Henri Duparc: Chanson triste (subtitulada). Marie Lys, Joâo Araújo


 Chanson triste (1868) es una de las primeras obras maestras de Henri Duparc, compuesta cuando tenía 20 años. Está basada en un poema de Jean Lahor (seudónimo de Henri Cazalis) que entrelaza dos temas favoritos de la poesía romántica: la tristeza, que habría de estar presente en la vida del compositor no como estado de ánimo circunstancial, sino como un rasgo permanente de su carácter; y el refugio en los brazos de la amada como cobijo protector frente al malestar que genera el mundo. En la época en que compuso esta “mélodie” Duparc estaba enamorado de la cantante escocesa Ellen MacSwiney, con la que se casaría años más tarde.

El compositor, llevado por el exigente criterio estético que lo caracterizó desde muy joven, sometió la partitura a profundas revisiones y modificaciones, en las que se aprecia un claro progreso hacia una mayor libertad de la línea vocal con respecto al acompañamiento pianístico, con un despliegue de variaciones en los arpegios que hace que cada estrofa nos suene a un tiempo familiar y diferente de la anterior. El tratamiento que le da al poema se podría relacionar con la postura que él mismo adoptaba frente a la tristeza como algo que, en sus propias palabras, “debe formar parte de las cosas bellas… quien es incapaz de ella también es incapaz de apreciar las alegrías verdaderamente serias que elevan el alma y colman el corazón”. Duparc aprovecha hasta el fondo el carácter agridulce de los versos para ofrecernos, bajo la indicación inicial “Lent, avec un sentiment tendre et intime”, una síntesis única de melancolía y dulzura, un equilibrio perfecto entre sombra y claridad. Traducción: Carmen Torreblanca y José Armenta

Händel: Aria 'Scherza infida' (Ariodante) subtitulada. Joyce DiDonato, Yannick Nézet-Séguin

 

Ariodante es la segunda de las tres óperas de Haendel basadas en el “Orlando furioso” de Ariosto. Las otras dos son “Orlando” y “Alcina”. El argumento se mueve en un contexto de personajes caballerescos, con rivalidades, intrigas, honor mancillado, celos, desafíos y contiendas de espadachines, un mundo que a Haendel le interesaba sobre todo por la posibilidad de plasmar musicalmente la diversidad de pasiones y sentimientos de los protagonistas. El caballero Ariodante y la princesa Ginevra, hija del rey de Escocia, son dos jóvenes enamorados que están a punto de casarse, pero la noche anterior a la ceremonia él cae en una trampa tendida por el malvado de la historia, Polinesso, que se ha propuesto impedir el enlace porque ambiciona obtener él mismo la mano de la novia y alcanzar el trono. La trampa consiste en hacerle creer a Ariodante que su amada le es infiel con el propio Polinesso, el cual, aprovechándose de que la sirvienta de Ginevra, Dalinda, está enamorada de él, la convence de que se vista con los ropajes de su señora y lo deje pasar a los aposentos privados del palacio para representar juntos una escena amorosa. La simulación se lleva a cabo por la noche en las proximidades de una ventana y es contemplada por Ariodante desde los jardines, provocándole una enorme conmoción; el desengaño, los celos y la amargura lo empujan a tomar la decisión de suicidarse, pero, después de diversas peripecias, el embrollo acabará por arreglarse y culminará con la muerte del pérfido Polinesso y la unión feliz de los enamorados. El episodio del engaño coincide de forma bastante exacta con el protagonizado por Claudio y Hero en la comedia de Shakespeare “Mucho ruido y pocas nueces”, pero la fuente común, como la de alguna otra obra que relata la misma trama, es Ariosto. El aria “Scherza infida” expresa el tormento de Ariodante al descubrir la supuesta traición de su amada. Tiene lugar al aire libre, un entorno que ha inspirado muchas de las grandes escenas de Haendel. Como de costumbre, el compositor hace gala de su genio a la hora de describir con sonidos el proceso psicológico de sus personajes. En este caso la desolación viene ya anunciada por la introducción en “pianissimo” del fagot, cuya sonoridad oscura y velada sugiere en reiteradas frases descendentes un desmoronamiento interior y una profunda aflicción, más que un estallido de despecho. Pero ese expresivo tono doliente de los instrumentos es sólo el preludio de la impresionante belleza que viene a continuación. La célebre mezzosoprano Joyce DiDonato hace una gran recreación, tanto en lo vocal como en lo teatral, de esta aria, transmitiendo la desesperación de Ariodante con una excepcional intensidad. Si se prefiere un tempo menos lento (es el caso de quien esto escribe), en YouTube pueden encontrarse las excelentes versiones de Janet Baker y de Lorraine Hunt. Y, en voz masculina, la del contratenor David Daniels, magnífica. Pero todas son grabaciones de estudio.

Añadimos una interpretación fantástica, en directo, de la joven mezzosoprano Marvic Monreal, natural de Malta, que fue una de las finalistas premiadas en el concurso “Nuevas voces” de la fundación Bertelsmann del año 2022, en el que demostró un dominio apabullante de sus medios vocales y una capacidad innata para meterse a fondo en el papel interpretado. Obsérvese, entre el minuto 7’50 y el 8’15, la emoción de una de las instrumentistas, sentada en el lado izquierdo de la orquesta.



Haendel: Theodora, 'As with rosy steps' (subtitulada) Joyce Didonato, Il pomo d’oro, Francesco Corti

 


Theodora” es una de las últimas obras de Haendel. Se diferencia de otros oratorios del autor en que no trata sobre un tema bíblico, sino sobre la historia de dos mártires cristianos. El libreto de Thomas Morell se basa en la novela de Robert Boyle “El martirio de Teodora y Dídimo”, que son los protagonistas principales del oratorio. El aria “As with rosy steps the morn” describe la actitud animosa y llena de fe de Irene, amiga y compañera de Teodora. Sus dos primeros versos presentan una curiosa similitud con el espléndido dúo final de una obra de Haendel compuesta 10 años antes, “L’allegro, Il pensaroso ed il moderato”, que se inicia así: “As steals the morn upon the night / And melts the shades away”. En esta misma página ofrecemos dos versiones de ese dúo que pueden localizarse fácilmente en la lista de reproducción “Música vocal de Haendel”. El talento de Haendel para apoyar musicalmente el contenido expresado en el texto puede apreciarse en detalles como la línea de ascenso gradual de los primeros versos que culmina en el verbo “raise” (“elevar”), o el alargamiento, al final de esa estrofa, de la primera sílaba de “endless” (“eterna”), dos recursos tan sencillos como certeros en su efecto emocional sobre el oyente. En sus recitales de los últimos años Joyce Didonato ha convertido esta aria en una pieza representativa de los quebrantos y esperanzas provocados por la reciente pandemia, invitando al público a mantener “our hopes for endless light” y aportándole a la interpretación una especial hondura expresiva.

Añadimos aquí otra versión, no menos conmovedora, de la gran mezzosoprano norteamericana Lorraine Hunt.


Traducción del texto: José Armenta.