Ariodante es la segunda de las tres óperas de Haendel basadas en el “Orlando furioso” de Ariosto. Las otras dos son “Orlando” y “Alcina”. El argumento se mueve en un contexto de personajes caballerescos, con rivalidades, intrigas, honor mancillado, celos, desafíos y contiendas de espadachines, un mundo que a Haendel le interesaba sobre todo por la posibilidad de plasmar musicalmente la diversidad de pasiones y sentimientos de los protagonistas. El caballero Ariodante y la princesa Ginevra, hija del rey de Escocia, son dos jóvenes enamorados que están a punto de casarse, pero la noche anterior a la ceremonia él cae en una trampa tendida por el malvado de la historia, Polinesso, que se ha propuesto impedir el enlace porque ambiciona obtener él mismo la mano de la novia y alcanzar el trono. La trampa consiste en hacerle creer a Ariodante que su amada le es infiel con el propio Polinesso, el cual, aprovechándose de que la sirvienta de Ginevra, Dalinda, está enamorada de él, la convence de que se vista con los ropajes de su señora y lo deje pasar a los aposentos privados del palacio para representar juntos una escena amorosa. La simulación se lleva a cabo por la noche en las proximidades de una ventana y es contemplada por Ariodante desde los jardines, provocándole una enorme conmoción; el desengaño, los celos y la amargura lo empujan a tomar la decisión de suicidarse, pero, después de diversas peripecias, el embrollo acabará por arreglarse y culminará con la muerte del pérfido Polinesso y la unión feliz de los enamorados. El episodio del engaño coincide de forma bastante exacta con el protagonizado por Claudio y Hero en la comedia de Shakespeare “Mucho ruido y pocas nueces”, pero la fuente común, como la de alguna otra obra que relata la misma trama, es Ariosto. El aria “Scherza infida” expresa el tormento de Ariodante al descubrir la supuesta traición de su amada. Tiene lugar al aire libre, un entorno que ha inspirado muchas de las grandes escenas de Haendel. Como de costumbre, el compositor hace gala de su genio a la hora de describir con sonidos el proceso psicológico de sus personajes. En este caso la desolación viene ya anunciada por la introducción en “pianissimo” del fagot, cuya sonoridad oscura y velada sugiere en reiteradas frases descendentes un desmoronamiento interior y una profunda aflicción, más que un estallido de despecho. Pero ese expresivo tono doliente de los instrumentos es sólo el preludio de la impresionante belleza que viene a continuación. La célebre mezzosoprano Joyce DiDonato hace una gran recreación, tanto en lo vocal como en lo teatral, de esta aria, transmitiendo la desesperación de Ariodante con una excepcional intensidad. Si se prefiere un tempo menos lento (es el caso de quien esto escribe), en YouTube pueden encontrarse las excelentes versiones de Janet Baker y de Lorraine Hunt. Y, en voz masculina, la del contratenor David Daniels, magnífica. Pero todas son grabaciones de estudio.
Añadimos una interpretación fantástica, en directo, de la joven mezzosoprano Marvic Monreal, natural de Malta, que fue una de las finalistas premiadas en el concurso “Nuevas voces” de la fundación Bertelsmann del año 2022, en el que demostró un dominio apabullante de sus medios vocales y una capacidad innata para meterse a fondo en el papel interpretado. Obsérvese, entre el minuto 7’50 y el 8’15, la emoción de una de las instrumentistas, sentada en el lado izquierdo de la orquesta.
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