martes, 16 de noviembre de 2010

CARLOS GUASTAVINO: EL SAMPEDRINO

Carlos Guastavino es un gran compositor de canciones que merecería ser más conocido fuera de su país. Es el autor de "Se equivocó la paloma", sobre un poema de Rafael Alberti (mucha gente cree que la compuso Serrat), entre otras muchas canciones sobre textos de Cernuda, Gabriela Mistral, Quevedo... Recomendamos escuchar en Internet "La rosa y el sauce", "Bailecito" o el primer movimiento de la sonatina para piano.

El poema de Benarós es rico en expresiones populares ("Pa que lo sepas", "trajinarse", "arreando", "piale"...) y trata el eterno tema de la pérdida, en este caso doble: del amor y de la patria chica. Mientras conduce el ganado por campos solitarios, un "resero" (el que cuida las reses) expresa su nostalgia por su ciudad natal, San Pedro, y por "la prenda que yo quería".  En el estribillo hace una descripción muy bonita del paisaje y las plantas que lo rodean, inevitablemente vinculados al recuerdo de la amada, y le pide a las flores que guarden silencio sobre su llanto. La descripción de la soledad del campo como espejo de la desolación interior nos recuerda a "Los ejes de mi carreta", del argentino Atahualpa Yupanqui.

Esta segunda vidalita presenta un acompañamiento pianístico similar al de la anterior, pero la melodía tiene una mayor riqueza; con la típica estructura copla-estribillo, resulta especialmente lograda la modulación que hace al entrar el estribillo (sobre las palabras "Trebolares fresquitos"), estupendamente matizada por el tenor.

El Sampedrino (León Benarós)

Soy nacido en San Pedro,
pa´ que lo sepas,
unos vientos me traen
y otros me llevan.
Es triste amigo,
trajinarse en la huella
sin un cariño.
Tal vez algún cariño
en que ir pensando
por esos campos solos
al ir arreando...

Trebolares fresquitos,
gramilla tierna,
margaritas silvestres
que fueron de ella.
No digan, flores,
que ha pasado un resero
llorando amores...

San Pedro de mi vida,
quisiera verte
antes de que me piale
por ahí la muerte.
Pero, aparcero,
si ella no está en el pago
y a nadie tengo...
a nadie tengo, amigo,
como decía
ni me espera la prenda
que yo quería.

Trebolares fresquitos,
gramilla tierna,
margaritas silvestres
que fueron de ella.
No digan, flores,
que ha pasado un resero
llorando amores...

2 comentarios:

  1. ¡La mejor versión del Sampedrino! ¡Qué emotiva!

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  2. Un regalo.
    Me gusta mucho la versión de Berganza / Lavilla que oigo a menudo. Ahora, cada vez que me apetezca oírla (sentirla, mejor dicho), me pondré ambas seguidas.
    Gracias.

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