viernes, 13 de diciembre de 2024

Gabriel Fauré / Paul Verlaine: En sourdine (subtitulada). Cyrille Dubois, Tristan Raës


De los muchos frutos sobresalientes surgidos de la admiración de Fauré por la poesía de Verlaine (“Clair de lune”, “Mandoline”, “Green” y un largo etcétera) quizás sea “En sourdine” el más logrado, por la especial dificultad de trasladar a los pentagramas la atmósfera de sensualidad indolente y vaporosa que tan sutilmente sabía sugerir el poeta.
Transcribimos aquí el poema original y una traducción: En sourdine (Paul Verlaine) Calmes dans le demi-jour Que les branches hautes font, Pénétrons bien notre amour De ce silence profond. Fondons nos âmes, nos cœurs Et nos sens extasiés, Parmi les vagues langueurs Des pins et des arbousiers. Ferme tes yeux à demi, Croise tes bras sur ton sein, Et de ton cœur dormi Chasse à jamais tout dessein. Laissons-nous persuader Au souffle berceur et doux, Qui vient à tes pieds rider Les ondes de gazon roux. Et quand, solennel, le soir Des chênes noirs tombera, Voix de notre désespoir, Le rossignol chantera. En sordina Tranquilos en la penumbra que las altas ramas forman penetremos nuestro amor de este silencio profundo, fundiendo en las languideces de los pinos y madroños nuestras almas, corazones y sentidos extasiados. Entorna los ojos, cruza los brazos sobre tu seno y extirpa de tu aplacado corazón todo deseo. Dejemos que nos seduzca el dulce arrullo del aire que a tus pies viene a rizar las ondas del césped rojo. Y cuando el solemne ocaso caiga de los negros robles, voz de nuestro desaliento, el ruiseñor cantará. Traducción de Carmen Torreblanca y José Armenta

 

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