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miércoles, 25 de junio de 2025

J.S. BACH: Oratorio de Navidad, Aria “Schlafe, mein Liebster“ (Subtitulada). Marianne Beate Kielland, Alessandro de Marchi




 


DE CANTO TENTADOR A CANCIÓN DE CUNA: El aria “duerme, querido mío”, perteneciente a la segunda de las seis cantatas que componen el Oratorio de Navidad, está extraída y adaptada de una obra anterior del compositor, la cantata profana BWV 213 “Hércules en la encrucijada”, en la que el héroe griego tiene que optar entre la lujuria y la virtud, representadas por sendas féminas que exponen musicalmente sus argumentos. Es llamativo que precisamente fuera la invitación al placer pecaminoso, y no a la virtud, la que posteriormente se convertiría en este número destacado del oratorio de Navidad, una preciosa canción de cuna de la Virgen María a su hijo. Las adaptaciones alegóricas de los mitos clásicos eran frecuentes en la época barroca y tenían una clara intención moralizante, por lo que es fácil adivinar el desenlace del dilema de Hércules: la representante del placer, pese a contar con un aria tan bella y seductora como esta, fracasa en su intento de arrastrar al héroe a una gozosa perdición. Hay varios números más de esa y otras cantatas profanas reutilizados en el Oratorio de Navidad. Lógicamente el autor del libreto (no se sabe con seguridad quién fue) tuvo que introducir modificaciones importantes en el texto; por ejemplo, el 2º verso, que decía “sigue la atracción de tus ardientes pensamientos” se convierte en un cristiano “vela por nuestro bien”. Además el compositor introdujo cambios relevantes en la orquestación, otorgando a la flauta la función de doblar la línea vocal de la contralto, lo que aumenta el carácter bucólico del aria. En cualquier caso, el encanto cautivador de la pieza (esa larga primera sílaba que parece estar convocándonos y llevándonos a los brazos del sueño… o a los del placer) es el mismo en las dos obras.


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